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Universal Jesús 6

Universal de nuestro Señor Jesús 6

 

 

SEXTO MENSAJE UNIVERSAL DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO DADO A EL DISCÍPULO, EL 5 DE MARZO DE 1999 (9:00 a.m.) (Vigente y Urgente  al 2012) 

 

Pueblo Mío:

“Atiende y escucha lo que te digo. Voy a hablarles por medio de refranes, diré cosas que han estado en secreto desde siempre en los siglos”.

Os habla El que Es. Yo pronuncié estas palabras en presencia de mis discípulos (en el Monte Tabor), cuando cansados y vencidos por la tristeza, dormitaban en un sueño inconsciente. “Velen y Oren, para que no entren en tentación, porque la verdad, el espíritu es animoso, pero la carne es débi”. A través de la historia, he caminado con los hombres de esta tierra, entregando Mis Enseñanzas, no solamente con palabras, sino también con hechos, con obras, con milagros y prodigios que muchos reconocieron y aún sigo obrando con Mi Poder, entre los hombres, pero ahora muchos se niegan a reconocer.

 

Hoy más que nunca, se necesita un corazón valiente, atrevido, que esté decidido a dar pasos en fe, porque ciertamente, hoy pregunto, esa pregunta que le hice a la gente: “Cuando el Hijo del Hombre vuelva otra vez ¿Encontrará fe en la tierra?” En este tiempo (1999), satanás confundirá a muchos y errarán el camino porque han abandonado la Vida de Oración y Sacrificio.

 

Mi Voz se extiende hacia todos los confines de la Tierra en los Cinco Continentes:  ¡Que todos los pueblos, de todas las lenguas, en todas las Naciones de la Tierra, conozcan los acontecimientos que sobrevendrán en breve a toda la humanidad, sin quedar excluída ninguna parte de los habitantes de la Tierra!.

 

 

 

Me He escogido un Pequeño Pueblo, un Pequeño Rebaño, guiados por Santos Sacerdotes fortalecidos con Mi Espíritu, les he sanado el Alma.

He preparado para Mi, una Heredad Santa, que proteja y defienda la autenticidad de la Doctrina que Yo enseñé, con Obra y Palabra.

 

Existe confusión en la Tierra, muchos hombres cegados por la curiosidad, pretenden alcanzar el Cielo sin venir a Mí. No lo lograrán, pues Yo Soy el Camino para llegar al Padre. Nadie va al PADRE si no es Por Mí. El PADRE MÍO y de ustedes es Misericordioso y Bondadoso, como aquél padre que espera el retorno de su hijo para vestirlo de fiesta, o con un traje de gala, para alegrarse y regocijarse junto con los Ángeles y Santos en el Cielo. “Hay más alegría en el Cielo por un pecador que se convierte, que por 99 justos que no tienen necesidad de convertirse”. Yo He venido por los enfermos y no por los Sanos. “No son los sanos los que necesitan del médico, sino los enfermos”.

 

He venido a curar las heridas de Mi Pueblo, a levantar con MI BRAZO PODEROSO a los caídos, a los que han tropezado por la humana debilidad, para que todos tengan vida, he derramado MI SANGRE, sufriendo lo indecible, he padecido muchas noches la soledad y el abandono, la frialdad de muchos en Mi propia carne, como si otra vez volvieran a crucificarme, me escupieran la cara y me dieran de bofetadas, empujones; como si otra vez se burlaran de Mi.

 

Estoy en espera de la conversión de los corazones; de que muchas almas cambien de actitud y de vida, porque este mundo se aleja cada vez más de la Gracia. Se pervierte cada día más, va caminando tomado de la mano de Satanás. Les ofrece poder, placer y comodidad. El Mundo, el Demonio y la Carne, los principales enemigos de las almas, serán vencidos por aquellos que perseveren en constante oración y sacrificio. A estos actos, agreguen el ayuno, para que vuestra oración sea poderosa y Satanás huya de ustedes retirando de sus familias sus perversas maquinaciones, pues pretende dividir a las familias que no se unen para rezar y que no se han consagrado al Corazón de Mi Santa Madre y a Mi Sagrado Corazón, en este mundo, dividido por rencores, odios y violencias, brilla la luz poderosa de la MISERICORDIA DE MI CORAZÓN SAGRADO, brilla la LUZ DEL CORAZÓN DE MI SANTA MADRE,  el mundo ha recibido muchas oportunidades pero no ha sabido aprovechar, desde mi venida a la Tierra.

 

Desde el momento de Mi ENCARNACIÓN, hasta el momento de Mi CRUCIFIXIÓN Y MI RESURRECCIÓN, YO, he estado hablando a los hombres con el lenguaje del AMOR. El lenguaje que todos los corazones pueden entender, nadie podrá decir: “no he entendido”, porque el corazón de los hombres es el centro de MI AMOR, allí deposito MI PALABRA, para que sea fructífera, a veces allí se marchita, no da fruto. Hay muchos hijos Míos que no están preparados para recibirme y esto me causa mucha tristeza, pues vengo pronto. MI MADRE, ha preparado suficientemente el terreno, Ella les ha entregado INDICACIONES, a través de mensajes y advertencias en el mundo entero. Me duele mucho que Mis Almas Consagradas, aún duden de algunas manifestaciones importantísimas de MI SANTA MADRE Y MÍAS también, en algunos puntos importantes de la Tierra.

Los hombres no están haciendo MI VOLUNTAD; solo se ocupan cada uno de sus caprichos y deseos impuros, satisfacen su ego, se gozan en hacer el mal de toda clase. Se han prostituído, fabricándose toda clase de ídolos, me han expulsade de sus corazones, por eso no son felices, se burlan de las LEYES SANTAS dadas por MI PADRE a través de Moisés en el Sinaí.

 

Quiero que la humanidad se convierta, porque Mi Misericordia, está llegando a su fin. Vendrá MI SANTA JUSTICIA, sobre aquéllos que escuchando Mi Voz, no hicieron MI VOLUNTAD, dudaron en su corazón de que era Yo quien realmente les hablaba a través de Mis Mensajeros, porque ellos prestaron su boca, manos y pies, para que Yo me manifestara al mundo de una forma que a algunos les parece rara de una forma muy poco conocida, pero en algunas partes, a los que les corresponde la autenticidad de cada mensaje, cada advertencia y cada aparición, a ellos, que forman parte de las  Autoridades Eclesiásticas, Yo les llamaré en privado para que me rindan cuentas. Me presentaré y escudriñaré sus mentes y sus corazones para que recapaciten (entre sí),les infundire MI ESPÍRITU, porque sin MI ESPÍRITU, no podrán entender nada, ya que Satanás ha cegado ya el entendimiento y las  almas guías, han perdido la capacidad de Discernir a falta de la Oración Contemplativa, que ninguno se considere autosuficiente en este renglón, sino que cada uno observe los acontecimientos que se están desarrollando en los países más poderosos del mundo.

 

Deben darse cuenta de como la Fe se ha ido perdiendo; de cómo se ofende el Nombre de Dios, cómo día tras día, las familias discuten entre sí y no se ponen de acuerdo. Hay muchos divorcios, adulterios, separaciones, niños abandonados. ¿Ustedes creen, Mis Hijos, con esto, merecer algo bueno de parte de MI PADRE? ¿De Mi parte? ¿No se quieren convertir después de miles y miles de avisos y apariciones Mías y de Mi Santa Madre en muchos lugares de la Tierra.

El JUICIO DE LAS NACIONES sobrevendrá, será terrible, poderosísimo, porque el BRAZO DE MI PADRE, PRÓXIMO ESTÁ A CAER SOBRE EL MUNDO ENTERO y las naciones, todas juntas, serán ajusticiadas, llamadas a rendir cuentas, de aquéllo que pudieron haber hecho y dejaron de hacer por comodidad. Ahora se realiza un JUICIO PARTICULAR SOBRE CADA NACIÓN.

 

De diferentes razas, de diferentes idiomas, están delante de Mi Presencia, pero siempre, mientras se realiza ésto, tengo Mi Corazón abierto para todos aquellos que quieran aún convertirse, porque aún es tiempo; es tiempo de que cada uno de ustedes Hijos Míos, vuelva su corazón a Mí, para que Yo pueda derretir esos témpanos de hielo para hablandarles ese corazón duro como el hierro y ustedes se conviertan en Instrumentos Míos, en portavoces, llevando Mi Amor y Mi Paz en donde no lo hay. Que lleve el Perdón donde no ha habido reconciliación. Ustedes Hijos Míos, pueden hacer mucho con sus manos y sus pies.

 

Me he escogido una Pequeña Heredad, un Pueblo Santo, Yo lo voy a preservar hasta el último día. Esta pequeña heredad será preservada de todos los males, puesto que está bajo la protección de MI SAGRADO CORAZÓN  y está bajo el MANTO DIVINO DE MI MADRE. Yo la llevaré hacia lugares de descanso y de reposo. Sí, descansarán de sus fatigas, porque voy a acabar con toda la impunidad, voy a hacer que reine la justicia e impere el más grande Mandamiento que os entregué: El Amor. Amor que avive el fuego en los corazones, no quiero un amor falso, que se presenta con doble cara, no quiero oraciones pronunciadas con los labios sino con el corazón, pero no traigan ante Mí un corazón lleno de maldad, sin deseos de arrepentimiento. A esa Heredad Santa, Yo la conduciré con Mi Mano, vendrán Conmigo y Yo, las apacentaré. Escucharán Mi Voz y Me obedecerán, pues les revelaré LA VERDAD TOTAL.  MI ESPÍRITU LES INTRODUCIRÁ EN ESA VERDAD TOTAL. Cada uno debe abandonar sus malos hábitos, deben de orar más con el corazón, deben ser sinceros conmigo, que tengan una coherencia entre lo que dicen y lo que hacen.

 

Un mal arraigado está en Mi Iglesia. Mi Iglesia está enferma, Ustedes son los encargados de limpiarla a través de la Oración y el Sacrificio; de Purificar y Santificar Mis Lugares Sagrados:  Los Templos Católicos, allí donde estoy Presente día y noche, en el TABERNÁCULO,  aquí donde rinden adoración a MI NOMBRE.

 

Me he reservado un momento de la historia para manifestarme a la humanidad con MI CORAZÓN ARDIENDO DE AMOR. El motivo de Mi Amor, de que Yo dirija estas palabras a la humanidad entera, es que Mi Paciencia y Mi Misericordia, aún no se han agotado. Estoy dando una nueva oportunidad para que se realice lo que yo he pedido a través de Mis Advertencias; para que se realice lo que Mi Santa Madre, ha pedido en sus Apariciones en Fátima y hasta  este tiempo.

 

El mundo se encuentra en grave peligro: La pérdida de la Fe, es más terrible que todas las guerras juntas, más que un holocausto nuclear. La pérdida de la Fe, puede llevar a muchas almas al infierno, si no se arrepienten y se convierten. Esto tienen que enseñar, Hijos Míos: La existencia del Lugar del Fuego Eterno, donde el gusano no muere nunca.

 

¡Tengan paciencia con aquellos que os persiguen y os calumnian, que su mano solamente se levante para bendecir a todo aquél que hable mal de vosotros. Perdonen de corazón, porque si ustedes no perdonan de corazón, tampoco el Padre de Ustedes los perdonará. Esta es la base medular de la enseñanza de MI DOCTRINA!.

 

Cuando Yo fuí clavado en la cruz, aquellos clavos horadando Mis Manos y puesta la Corona de Espinas sobre Mi Cabeza, sufría en Mi cuerpo físico, insoportables dolores, pero estaba allí, ofreciendo a Mi Padre Desagravio por Ustedes Hijos Míos, por todas sus maldades cometidas contra el Amor Sagrado. Yo sabía que de esta manera, con el Poder de Mi Sangre Derramada y con Mis Llagas Abiertas, podía atraer muchas almas a Mi Reino, al Reino de Mi Madre, al cual ustedes pertenecen y que tienen que luchar para perseverar en él.

 

Estaba allí, desangrándome, ya no quedaba ni gota de sangre en las venas, mis pies estaban rígidos, hasta la médula de mis huesos me dolía. El sufrimiento físico fué terrible; Ustedes no lo pueden imaginar. Desde este momento quiero que recapaciten, Hijos Míos, en las Palabras que pronuncié: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. Ellos eran mis enemigos, eran también los enemigos del Santo Reino, que desde ese momento empezaba a instaurarse en la Tierra. El Reino, que con anuncio de Ángeles, llegó a través del seno purísimo de Mi Santa Madre (en esta parte veo a Jesús llorar), tenía su cumplimiento allí en la cruz, con las Palabras que ahora les dirijo nuevamente en este Sexto Mensaje Universal: “Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen”.

 

 

 

Yo sabía que sí se daban cabal cuenta de lo que hacían, pero quise enseñarles a través de estas palabras y quiero enseñarles aún, que ustedes también  deben de decir esas palabras en el momento de estar en la cruz de su propio sufrimiento, en que los persigan; en el momento en que los calumnien y les levanten toda clase de falsos; en fin, hay mucho que decir, pero el tiempo se acaba y estos Mensajes están llegando a su fin. Que tristeza, Hijos Míos, que tristeza en Mi Corazón, porque de nuevo vuelvo a ser el crucificado, de nuevo expiro en la cruz, en Mi Cuerpo Místico; pero Resucitaré también en Mi Cuerpo Místico y preservaré la actual Cabeza de Mi Iglesia, Mi Vicario, al cual deben de oír y seguir.

 

Este juicio entablo Yo, contra todas las Naciones adúlteras, prostituídas; contra el pecado de Babilonia la Grande, que ha prostituído y contaminado a las naciones vecinas. Ciertamente vendrá Mi Justa Cólera, abrazará la Tierra Entera y consumirá todo aquello que tenga olor a podredumbre, a todo aquello que tenga el olor característico de Satanás; ese pestilente olor ya se ha esparcido en todos los lugares de la Tierra. Ya no encuentro pueblos ni Sacerdotes Santos; Sacerdotes que anhelen cada día, ofrecerse a sí mismos a través del sacrificio, el ayuno y la oración, ofreciendo enfermedad, tristeza y soledad.

 

A Ustedes Hijos Míos, les encargo a Mis Sacerdotes, les pido que oren por ellos para que reciban de Mí la fuerza que les dará confianza. La fuerza y el Poder de Mi Espíritu, para que posean el Don de la Predicación, que haya verdadera conversión y sabio consejo, prudente para todos aquellos con quienes tratan. Que posean la Ciencia Exacta del Conocimiento para conducir y guiar a las almas a Mi Corazón. Muchas almas para Mi Reino, pues se está quedando vacío; Satanás, seduce a las almas, mientras ustedes pierden su tiempo en vanalidades, odiándose, discutiendo quién de Ustedes será el  primero, yo les digo: Todo aquél que sirva con amor y humildad a su prójimo, ese será el primero, el más grande en el Reino de los Cielos; sean servidores de los demás. El que quiera ser grande en el Reino de los Sagrados Corazones, que perdone con sinceridad a su hermano y que practique obras dignas de un verdadero arrepentimiento, todas las obras de Misericordia hechas con amor, son de Mi agrado.

 

Les queda corto tiempo, ¡Aprovéchenlo! para que con obras de misericordia cubran la multitud de sus pecados.

 

Quiero también, que intercedan por aquellos que han caído en la seducción de las diferentes doctrinas mundanas que pervierten la pureza de Mi Evangelio. Conviértanse en apóstoles, como Pedro, como Juan, como Santiago y Andrés; como aquellos y aquellas santas mujeres que por ir en pos de Mí, todo lo dejaron, en el sufrimiento y en el llanto estuvieron conmigo, desde Mi a cada uno de Ustedes que escuchan o leen este Sexto Mensaje, voy a hacerles una promesa esta noche: Desde la Cruz hasta Mi Resurrección, (Cuando Jesús, Nuestro Señor dijo esto, vi el Sagrario, cubierto de Luz; una Luz muy blanca y entre el altar y el Sagrario, apareció su figura en la Advocación de la Misericordia, un Ángel acolitando, puso un cáliz sobre el altar, en el cual penetraron los rayos que salían del Corazón de Nuestro Señor, que tomando el cáliz, lo elevó y dió gracias al Padre).

 

La promesa para Ustedes es: “Que Mi Sagrado Corazón los protegerá mientras Ustedes vivan. Los protegerá de las calamidades que sobrevendrán sobre el mundo”, ocasionadas por Satanás, que en último intento pretende destrozar las familias y los Sacerdotes, pervierte la mente de los niños, adolescentes y jóvenes.

 

 

Denuncien, Hijos Míos, todo aquello que no es grato a Mis Ojos, denuncien que la pornografía y las drogas están causando un daño muy grave en los jóvenes. Hagan digna la Casa de su Padre y Mía, de Su Señor, la Casa de Oración, cuiden que no se conviertan en cueva de ladrones, en nido de víboras y de ratas inmundas. Siéntanse dignos de Mi Presencia en sus corazones y lleven Mi Paz a sus familias, a sus comunidades y este Mensaje también hoy lo estoy entregando como todos, al Pueblo Chino, al Pueblo Indú, al Pueblo Musulmán, ellos lo van a recibir en la forma que te he dicho, Hijo Mío. Quiero bendecir este lugar; de aquí brota la Misericordia para los Cinco Continentes del Mundo, que cada quien de aquellos que he escogido, cada uno de Mis Instrumentos, va a escuchar en su corazón, este Mensaje. Yo vengo y digo: Mi Pueblo, aún no está preparado. Pregunto ¿Quieren prepararse? He aquí la oportunidad, lávense y purifíquense, porque las manos de muchos de ustedes aún no son puras.

 

Acudan a Mí, a través de sus Sacerdotes, de Mis Sacerdotes que aman a Mi Madre, que están en comunión con el Papa. Próximamente, Él ya no estará en el lugar donde hoy está. Vuestras Oraciones y sacrificios lo sostienen con vida.

 

Viene el inicuo, el tentador, se acerca la Hora Final, en que los muertos se levantarán de sus tumbas y serán juzgados cada uno, según sus obras. Llega el Tiempo de los Tiempos, en que descenderá del Cielo, la Jerusalém Celestial.

 

La Jerusalem Gloriosa será revestida y engalanada como una novia para recibir a su amado esposo. YO SOY EL ALFA Y LA OMEGA, Os hablo con Mi Sacratísimo Corazón, abierto y lleno de Misericordia. Que sean Mis Palabras como esa lluvia que fecunda, hace germinar la buena semilla de la tierra que en Ustedes produzca frutos abundantes de Paz y de Veneración y adoración a Mi Santo Nombre, de veneración a Mi Santa Madre; de perseverar, aunque sea crítico el momento, aunque en los países haya situaciones graves, Yo estaré dándoles Mis Instrucciones.

 

Preguntarán algunos: ¿Por qué dicto a Mi Instrumento estos Mensajes tan extensos? ¿Acaso no puedo decirlo todo en pocas palabras? O algunos cuestionarán ¿No lo dije todo en la Sagrada Escritura? ¿No dijeron Mis profecías, Mis discípulos y los Santos? Los que creyeron ese tesoro maravilloso que ustedes tienen guardado, abran La Escritura y lean el Apocalipsis desde el capítulo 12 en adelante y entiendan la Profecía de Daniel, El Evangelio según San Mateo...

 

(Aquí terminó el Mensaje, sin otras palabras de despedida...)

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