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Año 2000

No temais a los acontecimientos  

MENSAJE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, RELATIVO A LA GRAN TRIBULACIÓN, A LA PARUSÍA Y AL REINO DE LA PAZ. (07-07-2000)

 

Yo, Jesús, vuestro Dios, os vengo a profetizar. Un tiempo de paz vendrá, pero antes de ella vendrá fuertemente lo que ya ha empezado, la gran lucha entre los hijos de la Mujer y entre los hijos de la serpiente infernal.

Todos vosotros, primeramente, habéis bajado a servir a vuestro Dios; algunos habéis permanecido fieles y otros Me habéis traicionado. Habéis bajado a servirMe, no a ser servidos. Habéis venido a defender la causa de vuestro Dios y os habéis dejado vencer por las insidias del mal.

 

 

Habéis venido a salvar almas y a llenarlas de mi Amor y os habéis vendido al mal para llevarle a mi enemigo a mis hijos, vuestros hermanos, a la perdición eterna.

La lucha entre la Mujer, La Siempre Virgen María y la serpiente antigua, Luzbella, Satanás, se está dando ya a la vista de todos, pero de todos aquellos que viven en la Luz. Los que viven en la despreocupación de las cosas de Mi Padre, no alcanzan a ver más allá de su nariz.

Aquellos que viven en la oración, en la unión con su Dios, en la unión con las fuerzas de combate celestiales, alcanzan a ver los acontecimientos que les rodean.

 

Aquellos que viven para sí mismos, para sacarle el mayor provecho al Mundo para su propio placer y beneficio, pronto se darán cuenta del error en el que viven, pero yo, con la ayuda de Mi Santo Espíritu y con vuestra ayuda amorosa, por medio de la oración y la penitencia, he de proveer para que muchas, muchas almas necias, alcancen su salvación.

El mal, junto con sus secuaces, aquellos que trataron de destruirme en la Cruz, ahora se van dando cuenta de que su derrota definitiva ya está a las puertas, pero, como animal repugnante que se siente herido, tratará de destruir lo más que pueda de Mi Obra y de la Creación de mi Padre. Grandes calamidades producirá, con pérdidas materiales y humanas.

  • Grandes persecuciones, de entre los que me son fieles, provocará, pero con ellas grandes mártires surgirán, en estos vuestros días.

  • La maldad aumentará a todos niveles para tratar de destruir la moralidad y la espiritualidad de los que han sido marcados por Mis Ángeles.

Mucha oración, penitencia y ayuno os pido,
por los acontecimientos fuertes ya próximos.

No deberéis temer en absoluto a ésta gran prueba de purificación, si no por el contrario, gran alegría debe tener ahora vuestro corazón,
ya que gracias a la sangre vuestra que se derramará, ella se unirá a la Mía, que aún baña a vuestro mundo, y el Gran Milagro de la Transformación en el corazón del hombre, se dará para que ellos sean preparados a recibirme en toda Mi Realeza, en breve.

 

Ya os he prometido y explicado con anterioridad, que Yo voy a tomar vuestro dolor y vuestro pesar en aquellos días, sólo deseo vuestra total confianza.

No temáis al futuro, puesto que éste ya está entre vosotros.

Temed más bien al estado en que deberá estar vuestra alma en esos momentos de gloria para cada uno de vosotros.

Orad intensamente aún por aquellos que os perseguirán y os atacarán, para apartados de mi verdadera Fe, porque así daréis testimonio al Cielo de que Mi Caridad y Mi Perdón se han implantado perfectamente en vuestro corazón.

 

Ahora es cuando vuestro Cristo deberá vivir perfectamente en cada uno de vosotros. Deberéis dar muestra fidedigna de mi Presencia en vuestra alma, tanto para confortar a los temerosos, como para uniros a los devotos y, aún más, para perdonar a los asesinos y pecadores.

Ya os he dicho que el Cielo es para todos y yo confío en que Me entreguéis, más especialmente a los "enfermos" del alma, porque yo mismo bajé por los enfermos, no por los sanos. Los sanos ya viven en mi Corazón, los enfermos no.

Es ahora el tiempo en que todos deberéis ser médicos de almas para salvar a todos los enfermos y muy especial a aquellos en que su enfermedad es "mortal".

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La caridad de los que son míos, los hijos de la Mujer, tiene que ser excelsa. No deberá haber distracciones ni preferencias, y menos odios y venganzas, puesto que de Mí, vuestro hermano y Dios, nunca ha habido tal. Vosotros conocéis Mis Enseñanzas y mi Predicación, y de Mí sólo conocéis Amor, Perdón, Sanación de cuerpos y de almas, Salvación eterna, y es lo mismo que espero de cada uno de vosotros.

Si Yo Mismo pedía perdón y salvación para Mis verdugos en mi Pasión y Muerte, lo mismo espero de vosotros.

El Gran Momento de Mi Venida se acerca presurosamente, pero vuestro Mundo, vuestro corazón, vuestra mente, deben estar preparados para ello.

Yo he de convivir con el hombre, pero el hombre de ese tiempo será un reflejo mío, un reflejo de la Virtud de vuestro Dios.

Así que, una vez más os lo pido, no temáis a los acontecimientos, sino, por el contrario, agradecédselos a vuestro Dios, porque por fin se acerca vuestra liberación de las garras del mal.

Mi Corazón se llena de júbilo por todas las almas que me son fieles y que lo serán hasta el final. Mi Corazón les dará el abrazo y el premio del gozo eterno.

Grandes y bellísimos acontecimientos se acercan para toda la humanidad. Seréis testigos de acontecimientos que sólo con el poder de vuestro Padre Dios, se pueden dar. Seréis testigos de bellísimos acontecimientos como los que el Pueblo Escogido en sus albores, tuvo.

Seréis testigos del grandísimo Amor, que sólo puede brotar del Corazón de vuestro Padre y Dios. Seréis testigos de la transformación Divina de vuestro corazón y de vuestro Mundo. Seréis testigos de cómo la Luz y Mi Espíritu os ha de transformar. SERÉIS TESTIGOS DE MI RETORNO TRIUNFANTE, PARA VIVIR ENTRE VOSOTROS.

Esperad y ansiad con gran agradecimiento y alegría los momentos que vendrán.

Vuestro Dios os ama con un Amor tan grande que aún no podéis imaginar. Cuando el Amor de vuestro Dios envuelve a un alma, ésta se queda anonadada sin saber qué decir o hacer, es simplemente bellísimo y nada comparable a la mayor alegría que podáis haber recibido alguna vez del Mundo.

Nuestro Poder es inconmensurable e infinito y no podéis medir, en vida humana, la intensidad de gozo que sólo se puede dar a nivel espiritual.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Esto es lo que os espera y es lo que debéis, desde ahora, agradecer y esperar con inmenso amor y ternura.

Vuestro Dios os ama infinitamente. ¡Agradecédselo!

Yo os bendigo en el Santísimo Nombre de Mi Padre. En Mí Santísimo Nombre y en el Santísimo Nombre de Mi Santo Espíritu.

Mi Madre os protege, os guarda y os llena de mi Amor y de sus Bendiciones.

 

El Papa y los malos ministros

MENSAJE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO A SU INSTRUMENTO EN MÉXICO (ANÓNIMO), RELATIVO A LOS ATAQUES DEL ENEMIGO. (29-07-2000)

 

Hijitos Míos, Soy vuestro Dios Jesús, Dios encarnado que he venido a llevar a cabo la Obra de la Redención, enseñándoos el Pensamiento de Nuestro Padre Dios y viviendo en Su Voluntad.

Mi Padre, vuestro Padre, dio al pueblo judío Sus Leyes y Decretos, y así el pueblo escogido podía vivir más de acuerdo a la “mentalidad divina de su Dios”, que al seguir estas reglas, podían vivir como verdaderas hijos de su Dios, viviendo en el Amor y compartiéndolo, no sólo entre ellos, sino siendo ejemplo de él ante todos los pueblos con los que tenían contacto.

Os he explicado que el Amor verdadero es la Vida que debe dar la vida a vuestra alma y que los preceptos que Mi Padre os dio en el Sinaí, son los preceptos de todo un Dios que desea que cumplan todos aquellos que deseen pertenecer a Nuestra Familia Real.

El mal se introdujo en el Mundo por el Pecado de Adán y Eva y con él entró la muerte y todos los pecados que afectan a la vida en la gracia del alma.

Mi enemigo, al que vine a poner en evidencia ante todos vosotros y al que ataqué y vencí con el Amor Verdadero, siempre ha querido destruir la Obra de Mi Padre y para ello, en las diferentes épocas de la humanidad, ha ideado la forma de destruiros, primeramente en la Fe y en la confianza en vuestro Dios y posteriormente, a la Naturaleza entera, causando desastres “naturales”, epidemias, etc., por lo que os quiero, nuevamente, prevenir de sus ataques, tanto para vuestra alma, como para vuestro cuerpo.

Yo vine a ponerlo en evidencia y lo ataqué venciéndolo, y los que vivieron en Mi época en la tierra, claramente vieron el resultado de Mi Presencia y de Mis Órdenes al obligarle a dejar libres a las almas por él atacadas.

El mal nunca va a dejar de atacar a la Obra de Mi Padre, tanto a las almas como a todo lo creado, hasta el Juicio Final, pero tenéis Mi Fuerza y Mi Poder para vencerlo, fácilmente, siempre y cuando viváis según los Mandamientos que Mi Padre os dio.

La vida del ser humano se desenvuelve en un “campo de batalla”, que es la Tierra, y todos vosotros estáis expuestos a su ataque. Esto os lo dije claramente cuando os expresó que el demonio es el príncipe de este mundo. Él trata de mantener el odio, la perversión, el ataque a la Obra de Nuestro Padre y la muerte de las almas al llevarlas al pecado mortal.

 

Él sabe que cada alma que baja a la tierra trae consigo un grandísimo deseo de derramar amor entre las almas que ya viven en ella para vencerlo y de ahí que sus ataques se vuelvan más fuertes contra aquellas almas fervorosas, buenas y santas, puesto que son un peligro para destruir su reino.

Mientras más busquéis la Verdad y el Amor que os vine a predicar, más ataques tendréis del maligno. Este ataque puede ser espiritual, cuando os lo da directamente a vuestra mente y a vuestro corazón, o a través de personas, y veces muy allegadas a vosotros, que al no vivir una vida de piedad y de orden espiritual, se vuelven instrumentos del mal y así podréis tener ataques de vuestros padres, hermanos, “amigos” o aún de “ministros” de Mi propia Iglesia. De aquí que hoy os quiero prevenir, nuevamente, de los ataques que, supuestos ministros de Mi Iglesia, provocan en las almas de los fieles.

 

Para que os deis perfecta cuenta de sus ataques, primeramente deberéis vivir en estado de gracia, esto es, sin pecados mortales en vuestra alma. Luego, deberéis vivir de acuerdo a Mis Enseñanzas, para que con ellas, en vuestro corazón, podáis comparar aquellas que ellos prediquen. Además, deberéis pedir a Mi Santo Espíritu el Don de Discernimiento para que con su ayuda podáis daros cuenta en donde las trampas del maligno se encuentran, porque su sutileza es tan aguda que a veces os hace ver cosas malas como buenas. Por último, también deberéis pedir a mi Santo Espíritu el don de la humildad y del Amor para que sean vuestro escudo contra la soberbia, arma preferida por el demonio y con la que normalmente vence a las almas.

La pauta, para conocer si un ministro pertenece a Mi Iglesia y es un verdadero hijo Mío, os la dará su vida, la cual irá en concordancia con los Mandamientos de Mi Padre y con el ejemplo vivo de Mis Enseñanzas, que Yo os di en la tierra. Todo aquel que no lleve a cabo “al pie de la letra” lo que del Cielo se os dio, no merece ser Mi ministro, Mi otro Yo, quien debe ser ejemplo para todos vosotros.

 

Todos aquellos que causan mal físico o espiritual en los fieles, NO son ministros Míos, son instrumentos del mal para crear confusión y así apartaros de Mi Verdadera Iglesia. Todo aquel que predique falsas doctrinas y nuevas ideologías argumentando estar basados en Mi Ley, si no siguen Mis Preceptos, NO son cabeza de Mi Iglesia, son error para ella, porque su predicación la basan en la soberbia, en las conveniencias humanas y materiales, antes que ver por Mis Intereses Divinos. Mi Predicación la basé para la salvación y crecimiento de las ALMAS no de los cuerpos. Yo vine a traer vida a las almas que deambulaban por este Mundo sin pastor. Les traje la LUZ para iluminar su camino. Les vine a enseñar a VIVIR la vida que se vive en el Cielo, vida de Amor entre todas las almas. Todo aquel que aparte a los fieles de Mis Decretos y Enseñanzas, no es digno de llamarse ministro de Mi Iglesia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Os vengo, nuevamente, a prevenir que la serpiente infernal se ha introducido, desde hace mucho tiempo, en Mi Iglesia y ahora su ataque se volverá más fuerte. Aún dentro del mismo Vaticano, el mal vive atacando a su verdadera cabeza, la santa cabeza de Mi Iglesia en la persona de Mi amado hijo Juan Pablo II. El vive una eterna agonía soportando la cruz del sufrimiento, siendo atacado por supuestos obispos y cardenales, por “teólogos” desviados de las verdades del Amor, por fieles corruptos que sólo desean vivir en la inmundicia del pecado, pidiéndole acepte leyes que destruyen la vida aún desde sus inicios dentro del vientre materno y otras abominaciones que se vivieron en los pueblos destruidos por la gravedad de sus pecados, Sodoma y Gomorra.

Sí, hijitos Míos, os quiero prevenir de los ataques de estos supuestos ministros Míos introducidos  en Mi Santuario, que con su mal ejemplo y sus deviaciones morales y espirituales, os hacen creer que son verdaderos guías Míos y lo único que desea el maligno a través de ellos, es causar escándalo para que vosotros os retiréis de Mi Iglesia al ver su mal ejemplo.

Desgraciadamente a vosotros os gusta generalizar en todo y así habláis en plural, incluyendo a buenos y a malos ministros Míos, que salen afectados por vuestra crítica al hablar de un ministro malo y con vuestra crítica mal fundada afectáis el honor de buenos sacerdotes y provocáis disidencia en los fieles.

 

Por otro lado, cuando os encontráis con verdaderos ministros Míos, como vuestra conveniencia humana ya se acostumbró a malas enseñanzas y a un mal ejemplo de otros malos ministros, ya no aceptáis sus palabras ni si ejemplo porque se os hace difícil hacer las cosas bien y hasta los atacáis creyéndolos obsoletos o anticuados.

 

Ahora, una gran mayoría de vosotros, aceptáis más a los ministros “modernistas, que sí os entienden”, porque os aceptan el aborto, anticonceptivos y hasta a “parejas” divorciadas vueltas a unir y en flagrante adulterio les permiten recibir Mi Cuerpo Eucarístico.

O a aquellos ministros que alegran vuestros oídos al escuchar sus abominables sermones anunciándolos un Jesús guerrillero, un Jesús que vino, primero a alimentar cuerpos, señalándoos las injusticias sociales y después de llenarles el estómago ya se les puede dar el alimento del alma, o a un Jesús que ya no es tan “severo” y que ya acepta teologías extrañas al gusto de la gente.

 

¡No, hijitos Míos!, el mal se ha introducido en Mi Iglesia y si queréis que ella permanezca como debe ser, pura, santa y verdadera, vosotros deberéis luchar por mantener Mis Leyes, Mis Decretos y Mis Enseñanzas, en base en la oración, en la búsqueda de la verdad en la Sagrada Biblia y apartándose de las malas influencias de los malos ministros. Vuestra vida eterna y la de vuestros depende de ello.

 

Este es el tiempo de la lucha entre la Mujer, Mi Madre Santísima, y la serpiente infernal. Mi Madre está reuniendo a Mi rebaño, a Mi verdadero rebaño, que está defendiendo Mi Vida y Mis Enseñanzas aún a costa de su propia vida. Vosotros, Mis hijitos, ¿de qué lado estáis ahora? ¿De las conveniencias humanas y del deterioro moral y espiritual o del lado del Amor y de la Verdad de vuestro Dios? “O estáis Conmigo o estáis contra Mí”, no hay más.

Amáis más a un ser querido cuando lo conocéis mejor, y esto se da cuando lo procuráis seguido y así conocéis sus palabras, sus reacciones, observáis su ejemplo de vida ante los demás. Lo mismo sucede Conmigo, para que no os puedan desviar con falsas enseñanzas debéis conocerMe mejor, a través de las Sagradas Escrituras, a través de libros de santos, en donde ellos, al querer parecerse a Mí, su Dios y Guía perfecto, alcanzaron una vida santa y ejemplar, etc. BuscadMe y Me encontraréis y aprenderéis a amarMe, a respetarMe, a defenderMe de los malos ministros y de los malos “fieles” de Mi Iglesia.

La Purificación del Mundo y de Mi Iglesia ya se está dando. No perdáis más el tiempo hijitos Mios. Vuestra vida eterna depende de vuestro cambio inmediato de vida y no sólo para proteger vuestra alma, sino a la de muchísimos de vuestros hermanos en todo el Mundo, que han caído en las garras del demonio, con sus mentiras y su mal ejemplo, transmitidos por los falsos guías de Mi Iglesia.

Os vuelvo a repetir, conocedme mejor, para que podáis ser protegidos por la Verdad y podáis hacerle frente a la mentira, a pesar de que "os convenga”. Esta conveniencia al mal y las malas enseñanzas sólo os llevarán a la muerte eterna, pero recordad que Yo os he venido a salvar con.la Verdad y con el Amor.

Yo os bendigo en el Santísimo Nombre de Mi Padre, en Mi Santísimo Nombre, Redentor vuestro y en el Santísimo Nombre del Dios Amor, Luz y Verdad del Mundo.

Divide e imperarás, es el grito del maligno

 

MENSAJE DE DIOS PADRE, RELATIVO AL ERROR QUE INVADE AL MUNDO. (04-08-2000)

Hijitos Míos, éste es el tiempo en el que el error invade al Mundo con más poder. El error, viniendo del maligno, siempre ha atacado a la Verdad, a Mi Palabra, pero ahora se ha vuelto sutil y descarado, difunde el error entre las familias, entre la sociedad, en todo el Mundo y también en Mi Iglesia.

El error ha contaminado todo. Ahora, en estos tiempos, ya ni vosotros mismos estáis seguros de lo que es bueno y de lo que es malo, de lo que sí está permitido y de lo que no. Mi Hijo Jesucristo os lo indicó: "Un reino dividido no puede subsistir", y así estáis ahora vosotros, divididos.

Los mismos padres, en una familia, no se entienden. Luego, los padres con los hijos, tampoco, hay una gran barrera de incomprensión. Entre la sociedad, tan poco se está de acuerdo, a veces, ni en cosas básicas y necesarias que se viven todos los días.

Vosotros sabéis lo que pasa cuando, en una fábrica, una máquina empieza a funcionar mal o empieza a ir diferente a las otras máquinas, o lo que pasa en el cuerpo humano, cuando un grupo de células empieza a proliferar en forma inusual. En la fábrica se dice que la máquina "enloquece" y detiene toda la producción, en el cuerpo, cuando esto sucede se llama cáncer y puede detener toda la vida del organismo.

Ahora, vuestra vida espiritual, en muchos de vosotros, se ha detenido. Escucháis por aquí, escucháis por allá, hacéis caso a todos pero no os dejáis llevar por la Verdad de Mi Pensamiento y de Mis Palabras, sino que, a veces, os llama más la atención el seguir pensamientos o culturas religiosas extrañas, creadas por hombres, en lugar de seguir lo que Yo, vuestro Dios, os di a través de Mi Hijo Jesucristo.

No hacéis caso de Mis Enseñanzas ni de Mis Palabras y buscáis por diferentes caminos, "experiencias" que os hagan sentir mejor y así caéis en el error cada vez más profundamente.

Vuestra falta en la búsqueda de la Verdad os hace presa fácil del maligno y de sus secuaces, quienes quieren aprovecharse de Mi rebaño. Os he dado al Pastor, al verdadero Pastor, a Mi Hijo y no queréis seguirlo.

En la antigüedad no tenían al Gran Pastor, pero cuando Mi Hijo llegó, Él mismo les dijo que ya había llegado para guiar personalmente Mi rebaño, que El era el Pastor Eterno y además se lo demostró.

Ahora vosotros habéis caído, nuevamente, en la incredulidad y en la obstinación que padeció Mi pueblo escogido. Tenéis ya la Verdad a vuestro alcance, pero vuestro corazón no desea aceptarla. ¿Qué más queréis de Mí, vuestro Dios, pueblo infiel y testarudo? Tenéis ahora las Enseñanzas y Preceptos, que os di a través de Mi Hijo. Os mostré Mi Amor de Padre, enviando a Mi Hijo único. Se sacrificó Mi Hijo por todos vosotros y os dejó Su Vida misma en la Sagrada Eucaristía. Su Vida llena de Milagros se sigue dando hasta estos momentos de la humanidad y ¿ni aún así entendéis?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Divide y vencerás, ha sido el grito de batalla del maligno entre vosotros y lo va logrando. Yo os he explicado que somos la Trinidad, Tres Personas Divinas en un sólo Dios Verdadero y esto es la Unidad, que, si existe en vuestro Dios, debe existir en Sus hijos, en todos vosotros. Si cada quién se la pasa pensando en sus propios intereses y no en los Míos, nunca se logrará la unidad tan necesaria, para que podáis progresar y vivir como pueblo unido, pero, sobre todo, para que podáis vivir como verdaderos hermanos.

Si en una supuesta familia sus miembros se lo pasan atacándose unos a otros o no se ayudan mutuamente para crecer, en todos sentidos, eso no se puede llamar familia; y en lugar de permanecer como tal, tan pronto se puedan independizar, lo harán. Además no defenderán el vínculo familiar por diferir en ideales gustos y hasta de educación, porque no supieron escuchar y seguir la "educación" dada por los padres y en especial, la del padre, quien debe ser cabeza del hogar.

Esto sucede muy comúnmente entre vosotros, porque la "cabeza" del hogar, no suele estar en sintonía con la "Cabeza", que Soy Yo, vuestro Dios. Cuando no aprendéis a escucharMe, transmitís a los vuestros sólo vida humana y no espiritual y si no tomáis de Mi Vida, vivís en el error y en la muerte del alma, o ¿qué acaso un muerto puede dar vida a alguien?

Un muerto, espiritualmente hablando, sólo transmitirá lo que él tiene y es el error, porque se está basando sólo en la vida del mundo, de aquí se desprende que, por la necesidad del alma por tomar de su alimento vital espiritual, busca de donde obtenerlo y cae en cualquiera de las sectas "religiosas", que las hay por cientos y que los secuaces del maligno han creado para aprovecharse de esa necesidad de alimento espiritual.

De aquí que muchos "guías" religiosas a vuestro antojo, las cuales, tarde o temprano, se destruirán, porque no tienen enraizamiento en la Verdad, en Mis Verdades.

Bien sabéis que una gran mayoría de estas sectas, tienen "guías" que se aprovechan de la incredulidad de sus seguidores y, si no se aprovechan sexualmente de ellos, se aprovechan económicamente o, aún peor, se aprovechan de su alma, para llevarlos a ritos satánicos o aún al propio suicidio, arguyendo que "su dios" así lo manda.

Hijitos Míos, os di a Mi Hijo. Os di a vuestro Dios Verdadero como holocausto, para que os diera Vida y se diera como expiación por vuestros pecados y, ¿vuestra indiferencia así nos paga?

Seguís siendo un pueblo testarudo e infiel, pero como Padre de todo el género humano, os sigo amando y sigo insistiendo en reunir a Mi rebaño, para que, por fin, podamos ser un sólo rebaño bajo un sólo Pastor.

No permitáis más, Hijitos Míos, que el mal, que se ha introducido a todos niveles de vuestra existencia, os siga llevando a la muerte espiritual, la cual os llevará a la muerte eterna.

La Verdad es una, salida de Mi Trinidad Mi Hijo Jesucristo, vuestro Pastor Eterno, ha sido el portavoz de ella, quien no se deje guiar por Mis Enseñanzas dadas por Él, seguirá deambulando por las tinieblas del error.

Vuestra necedad y vuestra soberbia traicionan y vuestra alma y le impiden crecer. Llenaos de Mi Amor y de Mi Humildad y así pronto encontraréis el Camino de Luz que os ha marcado Mi Hijo Jesucristo.

Tratad de vivir en la Verdad, cueste lo que cueste, porque el premio que obtendréis será inmensamente grande en el Reino de los Cielos.

Hijitos Míos, sigo esperándoos. Muchas grandes cosas aún veréis y se os darán para que podáis entender el Amor que vuestro Padre os tiene y que os quiere de regreso al Redil Celestial. Los de corazón sencillo regresarán a Mí por la Fe verdadera que existe en su corazón; los obstinados, muchos de ellos regresarán a Mí, gracias a los grandes prodigios que Yo, vuestro Dios, os mostrare.

Acrecentad vuestra oración para que fortifiquéis vuestra Fe, la cual os dará la llave con la que abriréis la puerta de vuestra salvación eterna.

Yo os amo y os bendigo en Mi Santo Nombre y en Nombre de Mi Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

 

María Santísima como maestra y guía

MENSAJE DE DIOS PADRE
"ESTOS SON LOS TIEMPOS DE MARÍA SANTÌSIMA. ELLA HA VENIDO COMO MAESTRA Y GUÍA". (14-10-2000)

Como en alas de águila Yo subo a todos aquellos, que son Míos, a las alturas. Como en alas de águila Yo separo a los Míos de todo aquello que no les deja desarrollar libremente su espíritu. Como en alas de águila Yo permito a los Míos alcanzar las alturas para que ahí aniden Conmigo junto a Mi Corazón.

Hijitos Míos, todos aquellos que han querido alcanzar las alturas por haberMe recibido en su corazón, por haber puesto en práctica Mis Palabras y Mis Preceptos y por haberlos compartido con sus hermanos, van a recibir, en breve, su gran premio, la Gran Vida, que se derramará en pleno en vuestro corazón.

Os he explicado muchas veces las maravillas que se obtienen, ya desde la Tierra, por vivir en Mí. Gozos de Cielo en la Tierra, mi Presencia Real y Divina en vuestro corazón.

Yo he ido por todos los pueblos de la Tierra derramando Gracias y Bendiciones, tocando corazones para su conversión y para que lograrais alcanzar alturas, fuera de lo común hasta ahora, para la gran mayoría de Mis hijos.

Mi Hija, la Siempre Virgen María, os ha llevado las Palabras de Mi hijo y Mi Voluntad en ellas. Se ha aparecido por todos los rincones de la Tierra para mover vuestros corazones a la vida espiritual gravemente afectada por vuestra indiferencia. Ha buscado mover vuestros corazones al arrepentimiento, para que pudierais vivir santamente y bajo las órdenes de amor que Yo dispuse se cumplieran desde el Principio de los Tiempos. Ha venido hasta vosotros para recordaros que vuestro Dios es un Dios vivo, un Dios que da vida a todos aquellos que a Él se acercan, que tienen un Dios bondadosísimo que olvida todo el pasado pecaminoso de su creatura cuando esta, de corazón, se arrepiente de toda su maldad.

Os ha venido a recordar que tenéis entre vosotros y en vosotros a un Dios vivo que escucha vuestras necesidades de cuerpo y alma. Os ha venido a recordar la nobleza y la que pertenecéis y que no es bueno que los hijos del Rey se encuentren entre los puercos, malcomiendo de las sobras de estos.

Os ha venido a recordar que vuestra vida debe estar llena de luz, de Mi Luz y que no es bueno que caminéis tropezando a cada momento, porque ahora vivís entre tinieblas y de ello no queréis daros cuenta.

Mi Hija Santísima, conociendo perfectamente las urgencias de Mi Corazón, ha querido llevaros Mis deseos de conversión, de salvación, de purificación, para elevaros a las alturas de Mi Corazón. Ella, como Águila Santa y Bella, os lleva a las alturas espirituales, recordándoos las Palabras, los Pensamientos, los ejemplos vividos de Su Hijo y, también, Mi Ley dada por los profetas.

Mi Hija Santísima, Madre vuestra, se ha querido dar, en estos tiempos, para anunciaros la Segunda Venida de Mi Hijo y para ello os ha ido preparando. Ha ido preparando el camino de vuestra mente y de vuestro corazón, para que podáis aceptar, gozar y agradecer de corazón, lo que pronto vuestros ojos y vuestra alma verán. Vuestra Madre Santísima ha querido, ella misma, reunir el santo rebaño de Su Hijo Jesucristo. Ella ha venido a recordaros lo enseñado por Su Hijo y os lo ha enseñado basándose sólo en Su Palabra.

Ella, la Toda Pura, la Toda Santa, la Toda Inmaculada, la Toda Humilde, Me ha pedido esa maternidad universal para protegeros como una madre protege, aún a costa de su propia vida, a sus hijos. Esta maternidad, confirmada ante la Cruz del Calvario, os asegura Su Bendita protección.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hijitos Míos, os pido abráis vuestro corazón, vuestra mente, todo vuestro ser, a las Palabras que vuestra Madre Celestial os está recordando. Ella desea llevaros a las Grandes Alturas, al Cielo mismo, a la Vida Eterna. Ella conoce las riquezas infinitas que en él tengo reservadas para todas las almas sencillas, dóciles y obedientes, que deseen venir a Mí, por intercesión Suya.

Una madre siempre tratará de dar lo mejor a sus hijos. Ella se sacrificará, en lo personal, para dar primero a los hijos y luego ella tomará para sí. Primero vestirá bellamente a sus hijos y luego ella se vestirá.

Una madre, una verdadera madre, es reflejo precioso de Mi corazón. Una madre, una verdadera madre, es amor. Una madre, pero una verdadera y santa madre, hará todo lo posible para preparar a sus hijos a presentarse felizmente ante su Creador, con la frente en alto, al haberlos educado en la verdadera Fe, al haberlos enseñado a vivir como otros verdaderos cristos y al haber dejado huella entre sus hermanos por haber vivido y enseñado el Amor verdadero de Su Dios.

Hijitos Míos, estos son tiempos de María Santísima, por ello, Su Presencia en todas partes de la Tierra, para prepararos, para vestiros con las vestiduras de la Gracia y de la Virtud y para guiaros al Nuevo Reino de Dios en la tierra, cuando la Segunda Venida de Mi Hijo se realice.

Ha venido como Maestra y Guía de toda la humanidad, para enseñaros y llevaros hacia las Verdades que Mi hijo os enseñó y para que las viváis ya, desde estos momentos, para que no sintáis el cambio ante la presencia Real de Mi Hijo, cuando llegue a vosotros.

Si el Nuevo Reino de Mi Hijo va a ser de Paz, de Amor y de Vida Divina, deberéis aceptar lo que Ella os pide para que os sintáis en familia cuando la Nueva Jerusalem baje a vosotros.

Si una persona aprende el idioma, las costumbres, la forma de ser del país al que en un futuro cercano llegará, el cambio no se le va a hacer drástico, porque ya lo vivió de antemano. Así os está preparando Mi Hija, al daros los consejos para que ya desde ahora viváis de la forma en como se va a vivir en Mi Nuevo Reino sobre la Tierra. El cambio no se os va a hacer difícil, es más, lo desearéis de antemano, al conocer ya desde ahora las dulzuras y maravillas que se vivirán en breve.

Que esté alegre vuestro corazón ya desde ahora. Quitad de vuestro corazón toda pena o contrariedad que os haga sentir temerosos o nerviosos del futuro cercano. Al contrario, pedid con insistencia el regreso de Mi hijo, porque ya vuestro corazón lo añora y vuestra alma desea unirse a la de su Redentor.

En los que son Míos no debe haber temores, ni dudas ni incertidumbres, ya que todo lo Mío es bello, está envuelto de Mi Paz y de Mi Amor y los que son Míos no pueden ser dañados por el mal.

Los Míos ya han empezado a alcanzar las cumbres por medio de Mi Hija, Águila Celestial, que ahí os ha llevado, pero faltan muchos, muchos hijos Míos que no quieren abrir su corazón a las Verdades de la Fe. Por favor, orad por ellos, sacrificaos por ellos, interceded por ellos, porque todos sois Mis hijos y hay lugar para todos en Mi Reino Infinito.

Los que ya son Míos entienden perfectamente estos deseos de Mi Corazón y ya se han unido fiel y dócilmente a los deseos y a las necesidades de Mi Hija, la Siempre Virgen María.

El Gran Premio está a las puertas. Orad intensamente para que todos vosotros podáis tener derecho a él.

Yo os amo infinitamente y os bendigo, como sólo un Padre puede bendecir a sus hijos, con el Corazón en la Mano y con los mayores deseos de daros una vida eterna llena de regalos hermosísimos.

¡Confiad ciegamente en Mí!

 

MENSAJE DADO POR DIOS PADRE SOBRE LA CONFIANZA QUE DEBEMOS TENER EN DIOS ANTE LOS ACONTECIMIENTOS QUE SE AVECINAN (19-12-2000)

 

Hijitos Míos: Durante este tiempo en el que os he estado dando Mis Mensajes, os he repetido muchas veces la necesidad de la confianza plena en Mí, vuestro Padre y vuestro Dios.

Os he profetizado acontecimientos por suceder, pero la naturaleza humana es muy fría, poco previsora, inconstante e incrédula, y no es, sino hasta que las cosas suceden, que queréis remediar lo que ya está sucediendo.

Os he profetizado grandes cambios, tanto espirituales como físicos, pero pocos sois los que habéis entendido y orado.

Ahora empezáis ya a sentir, en carne propia, dichos cambios. El maligno ha pedido permiso para usar todo su poder, pero no podrá tocar a los que en Mí se han refugiado. El tiempo ya está sobre vosotros, pero aún tenéis la oportunidad de la conversión y del arrepentimiento. Yo busco y persigo a las almas, como la fiera busca a su presa; os acecho hasta que os tomo para vuestra salvación.

Recordad la que ya os he explicado. Aún en los momentos más difíciles en los que os encontraréis, Yo estaré ahí. Aún cuando todo parezca perdido, Yo estaré ahí. Aún cuando creáis que Yo os he abandonado, confiad ciegamente en Mí, puesto que Yo estaré ahí.

Yo, vuestro Padre, nunca me separo de mis hijos; sois vosotros los que me volvéis la espalda y sólo cuando os conviene me buscáis. Ahora es un “tiempo de conveniencia” para vosotros, en el cual os aconsejo volváis a Mí, vuestro Dios, porque será un tiempo de prueba para la fe de vuestra alma. Lo que yo pueda permitir para un alma, aunque a los ojos humanos se vea negativo y doloroso, siempre será para su bien, para su crecimiento espiritual y, sobre todo, para su salvación.

Yo os voy buscando; os conozco a cada uno perfectamente y sé cómo os puedo ganar para vuestra salvación eterna.

 

MENSAJE DE DIOS NUESTRO PADRE A SU INSTRUMENTO EN MÉXICO (ANÓNIMO) RELATIVO A LA NUEVA TIERRA (21-10-2000)

 

Hijitos Míos, estáis en los albores de un Nuevo mundo, de una Nueva Tierra, de un Nuevo Pueblo, el Pueblo de Dios.

Ciertamente habrá cambios y muchos de ellos drásticos, pero luego sobrevendrá en todos vosotros una gran paz y un gran amor que unirá a todos los hombres en un sólo espíritu.

Ya en la historia de la Humanidad os he dado ejemplo de estos cambios, pero al final de ellos, el regalo para los que Me han sido fieles, ha sido bellísimo, porque Yo sólo puedo dar cosas grandes, cosas bellas, cosas santas.

Así pasó con el Diluvio Universal, fue un cambio drástico, pero el nuevo renacer fue bellísimo. Así también sucedió con Moisés al sacar a Mi Pueblo de Egipto, el cambio fue drástico, pero la Nueva Tierra Prometida fue muy bella y así sucederá ahora para los que Me habéis sido fieles, pasaréis algunas penurias, pero el premio será grandioso.

Cuando os mudáis de casa, ¿ Acaso no sufrís un poco, al tirar cosas viejas o inservibles, pero que os traen muchos recuerdos? o, ¿ no os cansáis mucho por cargar vuestra ropa, muebles, utensilios? o ¿ no sufrís un poquito por las cositas que se os rompen o pierden, pero que al final se reponen por nuevas?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Todo esto y más sufrís con los cambios de casa, pero una idea os hace soportar todo ello, que seréis más felices en la nueva casa, porque os gusta más la zona, o porque tiene un jardín muy hermoso, o porque tendréis una vista bella en los amaneceres y en los atardeceres, etc., la idea de que tendréis cosas bellas al final, ya cuando todo esté en su lugar, es lo que os da la fuerza y el coraje para soportar los cansancios y las penurias del cambio.

Ahora Yo os pido lo mismo. Manteneos alegres, contentos, felices, muy felices, porque vuestro Padre Celestial os ha preparado un Nuevo Mundo, una Nueva Vida, un Nuevo Hogar, como el hombre no ha tenido, ni tendrá, desde que el hombre fue creado sobre la Tierra. Va a ser una Tierra de ensueño, donde la paz y el amor fraternal disiparán toda la tristeza pasada, disipará temores y dudas y se os dará una nueva oportunidad de servirMe, como el alma debe servir y amar a su Señor, a su Dios de Amor.

Será una Tierra en donde viviréis como verdaderos hermanos, buscando el bienestar total entre vosotros, ayudándoos mutuamente y sin egoísmos ni mentiras, en donde las almas darán su máximo para hacer que los habitantes del Nuevo Reino sobre la Tierra, alaben y bendigan Mi Santo Nombre por las tantas bondades con las que os he provisto.

Conoceréis multitud de cosas que hasta ahora os son desconocidas, porque el pecado y las distracciones, a las que él os llevaba, os cubrían los ojos de la mente y del corazón con un velo de maldad y no os permitía crecer, ni intelectualmente ni espiritualmente. Conoceréis miles de cosas más, pero, sobre todo, Me conoceréis más a Mí, a vuestro Padre, a Mis Bondades y a Mi Amor por cada uno de vosotros y ello os llevará a amarMe más y a agradecerMe lo que tanto he hecho por vosotros desde el Principio de los Tiempos y que no supisteis apreciar, por haber vivido sujetos al mentiroso, al que todo afectó, el cual quedará encadenado por un tiempo largo y no podrá haceros nada en éste tiempo de Amor.

Hijitos Míos, Yo soy vuestro Padre, el Creador de todas las cosas, las que veis y las que no veis. Yo soy el Principio y el Fin y todo lo que de Mí brota, está sellado con Mi Amor. AgradecedMe, ya desde ahora, todos los regalos, todas las bondades, todas las maravillas con las que voy a regalar a los que habitarán estas Nuevas Tierras, porque supieron agradar a su Dios, se mantuvieron fieles a Sus Leyes de Amor, a pesar de vivir en un Mundo adverso a Él.

Los regalos de Mi Corazón son inmensos, como Omnipotente Soy Yo. Vivid confiados y seguros en que durante el cambio, a pesar de las penurias, Yo estaré ahí, junto a cada uno de vosotros, los que abristeis vuestro corazón y Me aceptasteis, Me vivisteis y disteis fruto abundante. Las Nuevas Tierras serán para los que han triunfado y se han mantenido fieles, confiados en Mis Palabras y seguros, por la Fe que supisteis alimentar en vuestro corazón.

Mi Corazón se alegra grandemente al pensar que pronto estaré junto a Mi Nuevo Pueblo, con el cual Me podré comunicar libremente, sin que hayan temores ni dudas, como un padre platica con sus hijos. Serán momentos bellísimos en donde Yo seré vuestro Padre y vosotros seréis Mis hijos, y una nueva familia celestial y a la vez terrena, formaremos.

Que la alegría invada a todo vuestro ser. Que Mi Amor os dé la fuerza para soportar el cambio y la Fe os haga manteneros de pié, seguros de que vuestro Padre nunca os va a fallar, sabiendo que lo que promete lo cumple y lo cumple más allá de vuestras expectativas.

Yo os bendigo en Mi Santo Nombre, en el de Mi Hijo y en el del Espíritu Santo, Amor que nos une al Padre y al Hijo y que ahora os unirá a Nosotros.

 

Dados por el PADRE y nuestro SEÑOR JESUCRISTO

 

Esperad con paciencia la Luz

MENSAJE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
A, RELATIVO AL AVISO, PURIFICACIÓN Y A SU INMINENTE PARUSÍA
(17-01-2000)

 

Hijitos Míos: Una gran Luz descenderá sobre toda la Tierra, todo será reformado por ella. Los corazones palpitarán al unísono con vuestro Dios. Cielos y Tierra se reunirán y el abrazo de vuestro Dios será sentido por todos sus hijos. Los pueblos todos alabarán a su Dios por Su Misericordia infinita; y los Cielos derramarán su vida sobre la Tierra. Se unirán Cielo y Tierra y la vida será una. Vuestro Salvador vivirá nuevamente entre los suyos. Volcará Su Corazón sobre todos aquellos que, habiendo escuchado Su Palabra, la aceptaron, la tomaron como suya, la pusieron en práctica y ganaron los méritos necesarios para poder ser llamados HIJOS DE DIOS.

Mi Padre os recompensará vuestra fidelidad, al haber aceptado la guía amorosa del Cordero, y así Yo llevaré a Mi rebaño hasta la Casa Eterna donde vivirá eternamente.

Hijitos míos: estáis ya viviendo el tiempo del cambio, el Tiempo del Amor Misericordioso de vuestro Dios. Los Ángeles alaban estos momentos, momentos en los cuales la manifestación amorosa de vuestro Padre Dios será dada a conocer a todo corazón; se ha de mostrar a vuestro interior Su Vida, y vosotros conoceréis el estado actual de vuestra conciencia, y vuestro Dios, que todo lo sabe, separará el rebaño justo del rebaño traidor.

La Palabra que ha sido dada desde el principio ha hecho mella en los corazones buenos, y se han dejado mover por el Amor Infinito de su Creador. Los corazones traidores y separados de la Palabra de Mi Padre, han querido mantener su individualidad, no han querido perderse en el océano infinito de Su Misericordia. Se han preferido a sí mismos, a su soberbia bajeza, y no han querido aceptar el desaparecer a la Vida de Dios y a su Servicio para con sus hermanos. Se han sentido autosuficientes y no alcanzan a ver su pequeñez real.

Mi Padre recompensará grandemente al "trigo" que ha desaparecido y que ha permitido ser sembrado con Su Amor para poder así producir más brotes, al haber desaparecido para Mi Padre. Es Mi Vida la que tiene que vivir en vosotros al desaparecer a vuestra pequeñez. Es Mi amor el que debe translucirse a través vuestro al negaros a vosotros mismos. Es vuestro Dios el que debe caminar sobre la Tierra al olvidaros de vosotros mismos.

El alma soberbia se quemará como hojarasca que tira el viento. No tiene la vitalidad que le da cuando acepta Mi Voluntad. ¡Cuánta hojarasca será quemada!, ¡Cuánto horror percibe Mi Corazón!, ¡Cuántas almas negadas a Mi Voluntad!, ¡Cuánto desperdicio de Amor!

Un Nuevo Mundo se abrirá a vuestras almas; un mundo renovado en el Amor. Mi Santo Espíritu está preparado a todos aquellos que serán llevados a vivir este Nuevo Mundo, regalo de la Misericordia de Mi Padre para todos Sus hijos obedientes al Amor y a Sus Leyes.

Mis Leyes son de vida, no de muerte. Mis Leyes os indican Mi Voluntad, y aquellos que las aceptan y las siguen con amor, para no ocasionarle dolor a Mi Corazón, serán los que vivirán las delicias de Mi Corazón.

Yo no pido algo injusto, os he pedido lo que os dará bienestar interior a bienestar fraternal. Yo os pido lo que os dará vida agradable en el amor.

Si aceptáis Mi Sabiduría en vosotros y en vuestra vida, si os dejáis conducir con sencillez y confianza por vuestro Dios, no puedo menos que compartiros Mi Reino.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hijitos Míos: Mi Padre os espera a todos vosotros. Por todos he derramado Mi Sangre para reparar vuestra alma caída en el pecado. Mi Santo Espíritu está esperando vuestra aprobación para ser movidos con amor hacia el Amor y para que os pueda dar la sabiduría para que podáis entender los Misterios del Reino en donde viviréis eternamente si así lo aceptáis.

Esperad con paciencia sencilla la Luz que está por llegar a vuestro corazón. Al recibirla, aceptadla, seguidla y agradecedla, porque vuestro Dios os ha hecho el favor de confirmaros como Sus hijos, y os quiere tener eternamente con Él. No hagáis oídos sordos a Su Voz, a Su Palabra, a Su Luz, y si os donáis a Su Voluntad, apreciaréis con gran beneplácito, en vuestro corazón lo que Yo tanto os prediqué cuando os dije: "El Reino de Dios está en vuestro interior", y así empezaréis a gozar de Sus bienes aún antes de entrar en el Reino de los Cielos.

Mi Corazón os bendiga y os lleve a la presencia de Mi Padre.

 

 

Venced mi Justicia con vuestro cambio sincero

MENSAJE DE DIOS PADRE


(11-04-2000)

Hijitos míos, yo soy vuestro Dios. Yo soy el Alfa y el Omega, los que están conmigo pronto encontrarán la satisfacción, por haber confiado en Mí. Los que estén en contra mía, recibirán el castigo ganado por su libre y soberbio error, ya que de Mí sólo ha salido amor, compasión, ayuda y deseo perenne de regresar a Mis hijos al Reino Celestial.

La hora en que las trompetas sonarán para todo el género humano, ya están a las puertas. En breve, cuando nadie así lo espere, el Hijo del Hombre ha de regresar en toda su Gloria rodeado, para juzgar a vivos y muertos.

Mucho Amor, toda La Sangre de Mi Hijo, Mi Misericordia, Mi Paciencia Divina, Mi Gracia, todo se ha derramado buscando vuestro abandono a Mi Voluntad, vuestra humildad y el arrepentimiento de vuestros pecados. Pocos son los que han escuchado y, menos aún los que han aceptado Mi llamado a la conversión.

Los Cielos se abrirán y todo ojo verá a mi Hijo sentado en su Trono lleno de Gloria. Las trompetas angelicales avisarán a los cuatro vientos, y toda alma sobre la Tierra se dará cuenta de la Presencia Divina de Mi Ser, en Mi Hijo. Toda creatura reconocerá a su Dios y toda rodilla se doblará. Por un lado habrán llantos y lamentos; por otro, agradecimientos y aleluyas. Por fin el Hijo del Hombre vendrá a reclamarle al príncipe de este mundo lo que a Él le pertenece. Le arrebatará las almas que pertenecen al Cielo y le cederá a todas aquellas que, apartadas de Mi Gracia, por voluntad propia, aún en esos momentos me estarán maldiciendo.

Muchas otras almas, perteneciendo a otras ideologías, reconocerán en mi Hijo, al Salvador, quien había dejado ya Su Amor en medio de su corazón, y así Mi Pueblo se unificará en un sólo pensamiento y en una sola Palabra, la Mía. Mi pueblo volverá a reconocerme como su Creador y a mi Hijo como su Redentor.

La cizaña será quemada en el fuego eterno. Los ángeles malos se llevarán consigo a sus presas; almas que a pesar de haberMe tenido, haberMe escuchado en infinidad de ocasiones, almas que tuvieron muchas oportunidades dadas por Mí durante toda su vida, no quisieron escuchar Mi Voz, Mis Leyes; almas que prefirieron vivir según el mundo y sus leyes perversas, atacando a su prójimo, atacando a Mi Obra, atacando a Mi Iglesia, atacando todo lo Mío. El fuego les hará entender, demasiado tarde, lo que Mi Amor, con dulzura y paciencia, les quiso enseñar.

Hijitos míos, no Me consideréis un Dios vengador. Soy Un Dios de Amor que busco a las almas perdidas hasta agotar toda esperanza y toda posibilidad, y siempre respetando vuestra libertad. Las almas que se condenan, ellas mismas escogieron, con la misma libertad, el atacarme, el negarme, el blasfemarme, el traicionarme. Son almas perversas que se decidieron, no sólo a destruir su propia alma, sino que por muchos medios también trataron de destruir la de todos vosotros. La diferencia entre salvación y perdición eterna, estriba en que muchos de vosotros, a pesar de haber caído en el pecado o en los caminos del mundo por un tiempo, tuvisteis la suficiente HUMILDAD que os llevó a un sincero arrepentimiento por saber que estabais afectando a mi Corazón Amantísimo y Misericordioso.

Ellos, los perversos, a pesar de saber esto, gozan en quitarme almas para entregarlas a las garras del maligno. Ellos mismos, en libertad total, se hicieron, se consagraron instrumentos del maligno, y así, como él lo desea, también ellos desearon terminar con mi Obra Divina de Salvación y Redención de todo el género humano.

Yo no condeno, hijitos míos, Yo sólo juzgo vuestras obras vividas y actuadas según vuestra libre voluntad. Ya os lo dijo Mi Hijo Jesucristo, o sois Míos o estáis contra Mí, no hay más, y de esa misma forma será vuestra recompensa eterna. Los Míos, para el Cielo; los del mal, a su reino de dolor eterno. Me duele infinitamente, hijitos Míos, perder a un alma, así como un padre o una madre sufre terriblemente a perder a un hijo, aun cuando éste hubiera sido muy malo. Yo, en mi sensibilidad amorosa infinita, sufro mucho más por las almas que se pierden, y sabed que muchas de ellas se pierden por la falta de oración de los Míos, de vosotros, Mis hijitos.

Mucho podéis hacer aun, Mis pequeños, para darme almas, para interceder por su salvación eterna. Estos tiempos que ya están, envueltos de dolor y de tristeza se volverán, pero no los toméis como castigo, tomadlos, por favor, como medio de purificación para esa gran cantidad de almas que, apartadas de mi Gracia por sí mismas, se revuelcan en el pecado y ya son casi presa de la perdición eterna.

Yo he de luchar por recuperaros a todos vosotros hasta el final. Todos vosotros fuisteis creados por amor y Me habéis costado mucho para vuestra redención, por lo tanto, no descansaré hasta haber salvado hasta la última alma que así lo deseé.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Regresad a mí, mis pequeños; el tiempo que queda es muy corto para vuestra conversión. Las trompetas pronto tocarán, el tiempo se acabará y Mi Tiempo Eterno empezará para los que me fueron fieles hasta el final.

Tenéis todo, hijitos míos, para regresar a Mí. No Me reprochéis vuestro desenlace final, si no fue favorable; reprochadle a vuestra tibieza o a vuestra maldad vuestra recompensa eterna. Habéis tenido las palabras y enseñanzas de Mi Hijo; habéis tenido las apariciones insistentes de Mi Hija, La Liempre Virgen María, recordándoos las Palabras de Mi Hijo; habéis tenido mis recordatorios a través de Mis Profetas pasados y actuales; tenéis Mi Gracia y Mi Perdón.

Vosotros tenéis en vuestro corazón Mis Leyes y Preceptos, y basados en ellos, también castigáis o premiáis en la Tierra a vuestros semejantes, aunque usáis de vuestra libertad, muchas veces, arbitrariamente. Yo usaré de Mi Libertad y de Mi Justicia para daros lo que os merezcáis, y seré justo, lo que la mayoría de vosotros no sois ni habéis sido.

Hijitos Míos, las horas tristes de las tinieblas se acercan. Viviréis la pasión, muerte y resurrección de Mi Iglesia y de Mi Espiritualidad en el mundo, y al final, vosotros mismos os juzgaréis frente a Mí, vuestro Dios.

Aprovechaos de Mi Misericordia ahora. Venced Mi Justicia con vuestro cambio sincero y con vuestras buenas obras salidas de vuestro corazón humilde y amoroso, y regresad a Mí con muchas, muchas almas que hayáis rescatado por medio de vuestra oración y obras de intercesión, para darMe contento, para agradar a vuestro Dios, Quien os lo agradecerá infinitamente por toda la Eternidad.

Yo os bendigo en Mi Santo Nombre, en el de Mi Hijo Jesucristo, Salvador y Redentor, y en el de Mi Santo Espíritu, Gloria de Amor en el Cielo.

 

Os váis animalizando

MENSAJE DE DIOS PADRE
FAMILIA

(21-05-2000)

... Ahora vuestra vida se reduce a la búsqueda del goce pasajero de la carne con "vuestra pareja", sin querer aceptar las obligaciones de un matrimonio sacramental, en la moral, en lo social y en lo Divino. Os vais animalizando y vais brincando de "pareja en pareja" sin buscar el constituir una familia, mientras que otros más, aparentemente se unen bajo Mis Leyes con el Sacramento del Matrimonio, pero éste dura demasiado poco, ya que lo que los ha unido ha sido la carne y no el alma.

Habéis reducido vuestros intereses al goce carnal, porque no os habéis preparado espiritualmente para formar una familia mediante los lazos fortísimos del amor verdadero que se produce en aquellas almas que viven en la oración continua, esto es, que viven cumpliendo con Mis Leyes y confiando en Mi Voluntad para preservar Mi Vida de Amor sobre la Tierra a través de vuestros hijos.

... Ya os dije que la vida que producís, que engendráis, puede ser física o espiritual; lo ideal es que se den ambas en el mismo individuo y en el mismo nivel. Ahora Yo os pregunto, ¿Si el padre de familia no provee del suficiente alimento para sostener a su familia, se criarán sanos y fuertes sus hijos? La respuesta es no y vosotros lo sabéis perfectamente, ya que de una forma u otra habéis tenido la experiencia, ya sea personal o lo que habéis visto en fotos o en películas de lo que sucede en los países en donde la producción de alimentos es raquítica. La desnutrición de los niños y aún de los adultos es horrenda.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ahora, con éste ejemplo triste pero real, podréis comprender lo que os voy a decir enseguida. Son tantos, ahora, mis hijos en todo el mundo y principalmente entre la juventud, que no han sido alimentados correctamente a nivel espiritual, ellos se encuentran raquíticos y muy débiles espiritualmente. Ellos van creciendo y formarán "familias" a su modo, ya que por la falta de esos valores espirituales, mis Leyes y Decretos no entran a formar nada en su vida, y Mi Presencia en sus vidas será prácticamente nula. ¿Qué van a poder transmitir ellos a sus hijos? Quizá podrán alimentar sanamente a sus cuerpos, pero ¿podrán alimentar correctamente a su alma?

Sed realistas; nadie puede dar lo que no tiene o lo que no ha aprendido.

¿Os dais cuenta ahora hacia donde se dirige la "nueva generación”; la generación que ha sido deformada por Mi enemigo y el vuestro? No hay valores ni hay Dios en la mayoría de Mis hijos actuales.

Se está procreando, sí, pero muchos fuera del matrimonio, y muchísimos más, fuera de mis Leyes y de mis Preceptos. Se les enseña una vida fácil, sin complicaciones, sin responsabilidades, sin futuro, SIN DIOS. Su dios son ellos mismos; su ley es la del más fuerte, la del más listo, para aprovecharse de los más "débiles"; su amor, el placer de la carne sin responsabilidades; y si procrean hijos, no muestran amor ni por ellos ni por su madre, "castigando" así a la familia porque la esposa se embaraza sin su permiso. ¡Éste es vuestro mundo actual!

¿Entendéis ahora Mi preocupación de Padre por vosotros, Mis pequeños?

Los engaños del maligno han surtido su efecto y os ha llevado a la deshumanización casi total y a la destrucción espiritual, tanto personal, familiar, como mundial, y aún así no os queréis dar cuenta de que vais al despeñadero que os llevará a la muerte eterna.

El mismo maligno os ha llevado al convencimiento casi total de que Yo no existo, para que no os sintáis culpables por vuestra irresponsabilidad espiritual ante los vuestros. Y, por otro lado, también os ha convencido de que él no existe, para que no sintáis remordimientos por vuestro mal proceder y, ha sido tan fuerte su influencia, que hasta muchos de Mis ministros así lo pregonan. Todo esto da por resultado un pensamiento casi unánime actual: Si no hay Dios, no hay nadie que me pueda reprochar mi mal proceder, y si no hay demonio ni infierno, no hay por qué preocuparse de un posible castigo.

Os han hecho creer en una vida fácil, en donde podéis hacer lo que vuestros instintos desviados y vuestra mente descontrolada, por no tener las "limitaciones" que os ponen las virtudes que os concedo, quieran hacer, y así se producen día a día innumerables pecados, cada vez mayores, contra Mí, vuestro Dios.

¡Cuánta tristeza causáis a Mi Corazón? Sois Mis hijos, pero vuestro ser, vuestra alma, ya no sirve, y si os dejo seguir actuando vais a producir peores acciones que Me afectarán todavía más y también a vosotros mismos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  • ¡Estáis a un momento del caos mundial! Caos espiritual y caos material. Los que os han manipulado, con mentiras, a llevaros al momento en el cual ahora vivís, os están preparando el "toque final".

Os harán hacer creer que lo que ahora actuáis y pensáis es lo correcto, y que no os deben preocupar ni las Leyes Divinas ni las terrenas, sólo el vivir y seguir vuestros propios instintos es lo que está bien y es lo que vale. La amoralidad total llegará, y esto, para algunos, los hará sentirse completamente "libres" por un tiempo, hasta que Yo vuelva a tomar el mando mundial. Cuando esto suceda os permitiré daros cuenta de que os dejasteis engañar, y cómo vuestro mal proceder os llevó a revolcaros en el lodo que sólo pertenece al demonio y a sus secuaces.

Hijitos Míos, orad intensamente por vuestros jóvenes y por todos aquellos a los que veis alejados de mis Leyes, de mis Decretos y de mi Amor.

Recordad que la oración profunda, la oración de intercesión hecha con amor por los vuestros, por los caídos en las garras del mal, puede hacer más que todos los discursos que podáis pronunciar.

La vida, la salvación eterna de una gran mayoría de mis hijos, está en vuestras manos. ¡Ayudadme, por favor, a salvar a mis hijos descarriados! No dejéis que el maligno me siga quitando almas.

Hijitos Míos, a todos vosotros, a los que he permitido, en estos tiempos de gran pecado y obscuridad espiritual, conocer mis designios y mis necesidades de salvación, por medio de todos los Mensajes que a través de mis Profetas actuales os estoy dando en todo el mundo y que los habéis aceptado con fe y con amor; os pido que seáis Mis arcas de salvación para con vuestros hermanos, para con vuestro prójimo. En vosotros recae una responsabilidad muy grande, pero muy bella, la cual será premiada por toda la Eternidad.

Hijitos míos, la salvación de las almas se deberá dar como Mi Hijo os enseñó, con el vivir, orar y morir por todos los vuestros y así resucitaréis victoriosos para el Reino de los Cielos.

Os amo infinitamente y os bendigo en Mi Santo Nombre, para que alcancéis la Verdad de vuestro Dios, y Ella os lleve a buscar la salvación de todos mis hijos, vuestros hermanos.

 

 

Después de haberos utilizado os traiciona 

 

  

MENSAJE DE DIOS PADRE
BIEN Y MAL


(21-05-2000)

Hijitos Míos, Mi Hijo os dijo: "Sed uno Conmigo, como el Padre y el Espíritu Santo son UNO Conmigo.

La unidad en pensamiento, la unidad en la acción, teniéndoMe a Mí presente en todos vuestros actos, es lo que os hará ganar Mi Nuevo Reino, Mi Reino de Amor sobre la Tierra.

No esperéis cambios dramáticos y sobrenaturales, en cuanto a que de repente aparezcan nuevos edificios o nuevas construcciones, Yo nunca He obrado así porque He permitido y He respetado la libre voluntad del hombre en el Mundo. Es el mismo hombre el que debe provocar el cambio. Vuestro cambio personal, vuestro cambio de actitudes, vuestro cambio libre y espontáneo al aceptar Mis Verdades y hacerlas vida de corazón, es lo que va a provocar se realice Mi Reino sobre la Tierra.

 

Yo no puedo forzar vuestra voluntad y no os voy a imponer Mis Deseos, aunque sean los perfectos, Mi Hijo os los enseñó y Yo espero con tierna paciencia a que reaccionéis libremente y os deis cuenta plena de que lo que Yo Quiero para vosotros es lo mejor y, estad seguros, que lo que Yo Quiero para vosotros no lo podréis encontrar fuera de Mí.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El maligno os promete muchas cosas. Os "regala" cosas del mundo si le servís y os promete un futuro lleno de cosas que os pueden alegrar humanamente, como dinero, sexo, "vida" en abundancia, pero material, etc. Vosotros ya conocéis sus promesas, pero os puedo asegurar, como Dios que Soy, que tan pronto como obtiene de vosotros lo que quería, después de haberos utilizado como instrumentos para la destrucción de la vida humana y espiritual de vuestros hermanos, él os traiciona.

Esto lo podéis comprobar fácilmente con aquellos que se han incorporado a sectas satánicas, tan pronto como ha obtenido lo que quería de ellos, los ha traicionado poniéndolos en evidencia ante la sociedad y ante la ley. Ciertamente su mal proceder merece un castigo por las acciones que cometen fuera de la ley humana, pero daos cuenta que primero Me traicionaron a Mi, prefiriendo la vida en el mal que el demonio les prometió.

 

No seáis tontos, hijitos Míos, él es el gran engañador y el gran traicionero. Si vosotros vivís en la Unidad, en Mi Unidad, con Mi Santísima Trinidad y con todo el Cielo, conoceréis Mi Voluntad, la cual quizá no os dará a todos posesiones y honores humanos, pero sí os dará vida eterna llena de Mi Amor con infinidad de bendiciones, a todos aquellos que la acepten y la sigan.

 

A algunos de vosotros os he pedido dolor, sufrimiento, martirio, sacrificio, en mayor o menor grado, para que, junto con Mi Hijo, os ofrezcáis como corredentores. A algunos otros les daré riqueza y bienestar, pero les cuido para que no caigan en la soberbia y en la dependencia de los bienes de la Tierra. A éstos Mis hijos, les doy más humildad y caridad para que éstos bienes materiales, que no son suyos, los pongan a disposición de los más necesitados. Recordad que Yo Soy vuestro Padre y quien se deja guiar por Mí, no tropieza.

Debéis aceptar Mi Voluntad en todo momento y en todos los acontecimientos de vuestra vida, ya que NADA escapa a Mi Vista y nada sucede por casualidad, ya que ello equivaldría a que Yo no Soy Dueño y Conocedor de todas las cosas pasadas, presentes y futuras. Yo Soy el Perfecto y todo lo sé, para vuestro bien y para la correcta realización de Mi Obra de Creación.

Cuánta falta de Fe veo ahora en el Mundo y eso es debido a vuestro olvido de vivir en y para vuestro Dios. Vuestra vida se ha limitado, en muchos de vosotros alrededor del Mundo, en sólo vivir el día, sacar adelante lo necesario para ése día, pero sólo a nivel material y nada en lo espiritual.

Os confiáis a vuestras capacidades, a vuestra inteligencia, a vuestra persuasión para con los demás. Al no haber ya respeto hacia vuestro Dios, menos lo tenéis hacia vuestros hermanos y os aprovecháis de ellos, ya sea para llenar vuestros bolsillos o sólo para alimentaros para ése día. Ya no hay unión entre vosotros.

La maldad que ha suscitado el maligno entre vosotros, ha provocado que ya no confiéis los unos de los otros. Ha manipulado los medios de comunicación y ahora veis y oís en cine, en televisión, en los periódicos, en la radio y demás propaganda negativa, como se le ataca a la caridad, provocando el que creáis que ya no hay amor en los corazones, llevándoos a la desunión, al distanciamiento, entre todos vosotros, Mis hijos, afectando a vuestra Fe y a la credibilidad entre unos y otros.

Una frase muy conocida por vosotros, es la preferida por Mi adversario: Divide y vencerás. Mientras Yo os pido el ser Uno Conmigo, él os ha manipulado y os ha llevado no sólo a no ser ya Uno Conmigo, sino ya no ser uno con nadie. La desunión la ha provocado primero en las familias. Al perderse la unión en el núcleo más fuerte e importante para el ser humano, se afecta inmediatamente al prójimo, esto es, a la sociedad y ésta, a su vez, afecta a todos los pueblos de la Tierra.

Cuando un ejército pierde la unión, se pierde la fuerza de ataque, porque ya no se apoyan ni se defienden mutuamente. Se vuelven individuos aislados sin apoyo comunitario. Si seguís dispersos como ovejas sin pastor, el lobo fácilmente os acabará.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La unión que os he pedido siempre, empieza en la familia con la oración conjunta. Ella os lleva a limar asperezas de carácter, entre unos y otros, porque se antepone la caridad a vuestros actos. La caridad limita vuestros defectos emocionales y ella, a la vez, os santifica porque os indica que es la humildad la que ahora está actuando. La persona humilde y caritativa obtiene de Mi lo que sea, si su Fe también es fuerte.

Yo os pido, y os repito nuevamente, que viviendo en la Unidad con vuestro Dios y con vuestros hermanos, tendréis una fuerza sobrenatural poderosísima, ya que Yo estaré en medio de vosotros, actuando para vosotros y viviendo en vosotros. Yo no puedo vivir y estar en medio de dos o más que traten de orar, si en ellos no existe ni Fe ni Confianza en Mi ni en su prójimo, para hacerlo.

Uníos con Fe y Amor mutuos y el mal podrá ser fácilmente erradicado de vuestro corazón y del mundo entero. La oración comunitaria es poderosísima. Los que la suelen hacer lo han constatado, ya que Yo Me hago presente en medio de ellos y de Mi han obtenido grandes dones y regalos de Mi Corazón.

Entended, hijitos Míos, que el tiempo que os queda es breve, pero con la oración comunitaria podréis lograr muchísimo, porque Yo os indicaré lo que deberéis hacer para que seáis protegidos y también el cómo deberéis de proteger a vuestros hermanos de todo el Mundo.

BúscadMe en vuestro interior en donde Yo habito de siempre. PónedMe ahora en primer lugar de vuestra vida y vayamos juntos a unirnos con vuestros hermanos para adquirir ésa fuerza comunitaria la cual unirá Cielo, Purgatorio y Tierra en una sola entidad, para que la salvación del género humano y Mi Segunda Venida a la Tierra, se realicen.

Hijitos Míos, confiad en Mi, confiad en vuestros hermanos y no os dejéis dividir por los ataques y mentiras del maligno. La lucha será tremenda cuando aparezca con toda su fuerza, pero la oración comunitaria lo podrá vencer fácilmente, porque Yo estaré en medio de vosotros.

Yo os bendigo en Mi Santo Nombre, en el de Mi Hijo Jesucristo y con el Amor de Mi Santo Espíritu, quienes viviendo en la Unidad, os quieren llevar a vivir en ella eternamente.

 

Se acerca el tiempo de la prueba

MENSAJE DADO POR DIOS PADRE
20-04-2000

Hijitos Míos, Soy Yo, vuestro Padre, Padre de todo el género humano. Yo os creé para compartir Mi Vida y Mi vida es Amor, Mi Vida es Luz, Mi Vida es Paz, Mi Vida es dar nueva vida a otros.

Ved ahora cómo os desenvolvéis en vuestro Mundo. ¿Cubre acaso las cualidades que os he en numerado? ¿Sigue acaso Mis Ideales Divinos? ¿Mantenéis acaso Mis Decretos de Amor?

NO, hijitos Míos. Ahora os desenvolvéis en un Mundo sin leyes, sin principios, sin respeto a vuestro Dios ni a vuestros semejantes. Algunos de vosotros llegáis a pensar que vivís según la ley de la selva en estos tiempos, pero Yo os puedo decir que Mis animalitos se comportan mejor en la selva que vosotros en la sociedad. En la ley de la selva se mata por alimento y el mismo león respeta a su presa si ya está satisfecho.

Vosotros no. Matáis, destruís al prójimo de palabra ó de obra. Buscáis apoderaros de sus bienes, tanto materiales como humanos. Destruís hogares, destruís el trabajo de años de una persona honorable, destruís vidas inocentes con la falsedad de vuestras palabras. Impedís el desarrollo de la vida humana, tanto en lo físico como en lo profesional. Vivís atacándoos por envidias.

Os habéis vendido al mal y él se burla de vosotros y se burla de Mi, al veros destruidos y al mostrarMe Mi Obra destruida en vosotros. Os habéis convertido en marionetas del mal para que él se pueda burlar de Mi, además de poderos evitar la entrada del Reino de Amor que os pertenece por ser Mis Hijos.

El engaño al que os ha llevado es tan grande que ya hasta se os hace "normal" vivir en la forma en la que ahora estáis viviendo. Al haberse introducido a los medios de comunicación os ha creado un "modelo de vida" tan falso y tan atractivo, a la vez, que ciegamente os estáis dejando llevar por él.

Para vosotros el vivir la violencia, el sexo mal entendido, la drogadicción, la falta de valores en general, se os hace ya normal y todo lo que se salga de ésa forma de actuar, lo veis "anormal". Ahora las almas que tratan a toda costa de vivir bajo Mis Leyes y Preceptos, se les tacha de "raros", "locos" ó "retrógrados". Ya son pocos los que tratan de vivir bajo Mis Normas de Amor, normas "normales" de vida en el Cielo y para los que a él pertenecen. El mismo Cielo ahora se horroriza al ver a vuestro mundo, muy diferente a lo que Mi Amor concibió para albergar a las almas que a él vendrían a servirMe.

La maldad y sus depravaciones han llegado a un grado en que vergüenza dá miraros. Si no fuera por las súplicas de vuestra Madre, la Siempre Virgen María, quién continuamente Me ofrece a Mi Hijo Jesucristo para vuestra salvación, el Mundo entero ya hubiera sido destruido como Sodoma y Gomorra.

¿Acaso creéis que los pecados en Sodoma y Gomorra eran más grandes que los actuales vuestros? No, hijitos Míos, hoy los vuestros sobrepasan por mucho a los de esas dos ciudades malditas.

Lo que ahora detiene Mi ira contra la mayoría de vosotros, es la Sangre Preciosa de Mi Hijo Jesucristo, la cuál no vieron ni tuvieron la generación de esas dos ciudades, pero que vosotros sí tenéis y la tenéis por herencia, pero ahora no la respetáis más.

¿Hasta cuándo, hijitos Míos, os daréis cuenta de la pocilga en la que vivís? ¿Hasta cuándo os daréis cuenta de que estáis sirviendo de marionetas al mal para destruiros y destruir Mi Obra Divina creada por vosotros por Mi Amor? ¿Hasta cuándo, hijitos Míos, os daréis cuenta del Misterio tan grande y tan amoroso que os concedí al enviaros a Mi único Hijo para vuestra Redención? ¿Hasta cuándo recapacitaréis en el mal en el que vivís y que podríais terminar si pensarais más en Mi, vuestro Dios?

Todo esto y más vio Mi Hijo en el Huerto de los Olivos y Me preguntó: ¿Padre, vale acaso sufrir y morir por la frialdad e ingratitud de Tus hijos?

Y Yo ahora os pregunto: ¿Si estuvierais en el lugar de Mi Hijo en el Huerto de los Olivos y vierais vuestro Mundo actual, os daríais en sacrificio como Mi Hijo se dio por todos vosotros? A la pregunta de Mi Hijo Yo le dije que sí, porque cada uno de vosotros vale muchísimo para Mi, porque sois parte de Mi y os quiero recuperar para vuestra salvación eterna.

Yo no puedo afectar vuestra libertad ni obligaros a vuestra salvación, ello debe brotar desde el fondo de vuestro corazón, pero lo que sí puedo hacer y haré, es el de proteger a todos aquellos que se han mantenido bajo Mis Leyes y Preceptos, a todos aquellos que no se han manchado ni enlodado con el fango del pecado en el que vivís.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Por ellos he de manifestar Mi Poder y Mi Gloria y, gracias a ellos, muchos de vosotros que vivís apartados del bien y de Mis Decretos, volveréis y seréis salvados gracias a su intercesión, a su insistencia y a su abandono a Mi Voluntad.

Así como Mi Hijo Jesucristo se dio por todos vosotros, de todos los tiempos y de todas las ideologías humanas, ahora, Mis nuevos cristos, aquellos en los cuáles Mi Hijo puede vivir plenamente, por haberse soltado a Mi Voluntad, por ellos he de detener los proyectos destructivos del mal.

Os lo recuerdo, hijitos Míos. Yo os creé para que me ayudarais a reparar el Pecado de vuestros Primeros Padres y, al quedar reparado, vivierais eternamente bajo Mi amparo de Amor.

El tiempo de otorgaros Mi Gracia se ha ido retrasando porque casi todos os contaminasteis en mayor o menor grado por las artimañas del mal y ello ha afectado el que ya pudierais vivir vida de Cielo en la Tierra. Ahora el mal, al sentirse, prácticamente, dueño del mundo, por la gran sombra de maldad que ha ido envolviendo a todos los pueblos, va a dar su estocada final, la cuál pondrá a prueba aún a aquellos que se han mantenido apartados, al la zaga, de su poder.

En breve, el principal pararrayos de bendiciones que tenéis en la Tierra, será eliminado (el Papa). El mal tomará su puesto, quién os llevará a un desenfreno brutal contra Mis Leyes Divinas. Se Me atacará por todos los medios y se tratará, a toda costa, de evitar que surjan pararrayos de Luz en todo el Mundo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las tinieblas aparecerán como triunfadoras y serán aceptadas por un tiempo, tiempo en el cuál el hombre podrá reflexionar sobre su mal proceder y cuando os deis cuenta de que habéis actuado como el traidor que condenó a Mi Hijo al patíbulo, entonces Su Cruz Gloriosa os dará nuevo aliento, os dará una nueva oportunidad, os dará un nuevo camino por el cuál os podréis dirigir y así, al pedir Mi Misericordia, después de vuestro sincero arrepentimiento, Mi Hijo volverá, apartará las tinieblas y os traerá Su Luz, junto con Su Nuevo Reinado de Amor.

 

 

 

Hijitos Míos, todo ha sido escrito con antelación, desde el tiempo de Mis Profetas en el Antiguo Testamento y a través del tiempo. Se os ha dado a conocer a través de las Apariciones de Mi Hija en muchos países de vuestro Mundo y ni aún así queréis comprender.

Os he profetizado y se han realizado Mis Advertencias, aún cuando no habéis entendido y ni aún así os conmovéis. ¡Oh generación de corazón duro y mente perversa! ¿No os dais cuenta de cómo la Naturaleza se ha vuelto contra vosotros y ni aún así entendéis? Veis muerte por doquier, por desastres, inundaciones, terremotos, incendios, enfermedades y epidemias nuevas incontrolables y ni aún así entendéis?

¿Vosotros creéis que es así el Mundo que Yo pensé para vosotros? Yo no Soy el Dios malo y vengador que creéis que Soy. Yo os protejo del mal para que no os aplaste como él quisiera, pero la Naturaleza que afectasteis, ahora se ha vuelto contra vosotros, porque de vuestro corazón sólo sale maldad, sólo sale odio, sólo sale destrucción.

Ya os he dicho que para que todo cambie, tiene que ser cada uno de vosotros, en forma personal, el que cambie y vuestro ejemplo, oraciones, vida de sacrificio y vida en la Fe y en Mi Voluntad, moverá a otros al cambio.

No podéis obligar a alguien a hacer algo si vosotros mismos no lo hacéis y, es más, en muchos casos pregonáis el bien por hacer y los destruís con vuestras obras.

Hijitos Míos, el Tiempo se acerca. El tiempo de la Gran Prueba ya está a las puertas y no lo podréis soportar ni vencer si vivís fuera de Mi Corazón.

Sólo con una Fe ciega, una Fe madura ganada por una vida de oración y de aceptación a Mis Leyes y a Mi Voluntad, os darán la fortaleza para vencer.

Os he dado infinidad de oportunidades tratando de evitar llegar hasta estos momentos, pero no las habéis escuchado en vuestro corazón. Aún así, como Padre amoroso y comprensivo que Soy, Yo estaré junto a cada uno de vosotros para ser apoyados, confortados, aconsejados, aliviados, de cada uno de los momentos difíciles que pasaréis. Confiad en Mi, que Yo no os voy a defraudar. También Mi Hija, la Siempre Virgen María, os estará protegiendo y guiando. Ella misma y con Sus santos Ángeles.

Confiad en Mí, en Mí Poder Infinito, en Mi Gracia Omnipotente y en Mi Infinita Misericordia y así pronto lograremos restaurar a este Mundo, para que el mal sea vencido y el Reino de Mi Hijo se implante sobre la Tierra.

El dolor del parto es breve y pasajero, cuando se mira el nacimiento del nuevo ser. Así ha de ser el parto de Amor Celestial que se os avecina.

No temáis ni os fijéis en el dolor que vendrá, gozad ya desde ahora las maravillas del Nuevo Reino que os regalaré para gozo desmedido de vuestra alma, como regalo de vuestro Padre a Sus hijos fieles. Mi Hijo en tres días restauró Su Vida. Yo así restauraré Mi Nuevo Reino.

No temáis y confiad plenamente en Mi Poder, el mismo Poder que hizo a Mi Hijo vencer y levantarse de la muerte y así como El no fue vencido por la muerte, tampoco lo serán aquellos que en Mi confíen.

Yo Soy el dueño de la Vida y de la Muerte y Yo puedo dar la vida y vida en abundancia, a todo aquél que en Mi ponga su confianza.

Yo os bendigo en Mi Santo y Poderoso Nombre, en el de Mi Hijo, ejemplo de Amor y donación a Mi Voluntad, y en el de Mi Santo Espíritu, Luz y Vida en Mi Amor.

 

 

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